martes, 24 de abril de 2012


ESCENA CULTURAL CONTEMPORANEA Y DISCURSO RADIOFÓNICO.




GLOSARIO.

Heteroglosia: este término describe la coexistencia de distintas variedades dentro de un único código lingüístico.
Orquestación: Arreglo de una pieza musical para que pueda ser tocada por varios instrumentos.
Tertulia: son las reuniones informales y periódicas, donde se congrega gente interesada en un mismo tema para debatir, informarse y compartir opiniones



INTRODUCCIÓN:
El discurso radiofónico combina la palabra hablada, que es la base sobre la que se construye el mensaje, con la música y otros efectos sonoros.

El mensaje oral se construye pensando en una audiencia definida. Habitualmente se utiliza una sintaxis sencilla, un tono coloquial y directo, y un ritmo conversacional. Se busca tanto la expresividad como el calor en el mensaje que se transmite por la voz.

La música cumple diversas funciones: puede identificar un programa o una emisora (la sintonía), puede servir de introducción o de cierre de un programa o marcar las transiciones de una parte a otra, puede remarcar o enfatizar algún comentario…

Los efectos sonoros, entre los que puede incluirse el silencio, contribuyen a estructurar el mensaje, a crear ambientes, a subrayar estados de ánimo, a dar verosimilitud…
Las características narrativas del relato radiofónico están definidas por la diversidad de los elementos que componen el mensaje. La dimensión sonora de la radio implica unas peculiaridades que la diferencian de los demás soportes y, al mismo tiempo, condicionan la construcción del relato. Pero también es importante analizar por separado las diferentes modalidades discursivas que existen en la radio, porque cada una tiene unas características propias que afectan al estilo comunicativo y a las normas de redacción. El discurso informativo, el dramático, el preparado y el natural o espontáneo son las principales variantes. Cada género se corresponde con un esquema y con unos códigos específicos. El relato radiofónico admite la narración lineal y la narración paralela. Ambas modalidades determinan la construcción del discurso y la descodificación.

DESARROLLO:
Cada vez surgen más emisoras de radio, tanto en amplitud modulada como en frecuencia modulada, que no suponen una diversidad de contenidos en su programación, sino una reiteración de fórmulas para atrapar mayor número de audiencia y asegurar su rating.
El discurso radiofónico tiene unas características especiales, fruto de las peculiaridades narrativas que exige el soporte y de la naturaleza de los elementos con los que se trabaja. En la radio existen dos estilos que necesariamente obligan a diferenciar entre la narración improvisada y la narración que corresponde a la lectura o interpretación de un texto. Cada variante representa una situación comunicativa diferente, se rige por unas normas específicas, tiene una modalidad expresiva propia y tolera un margen creativo distinto.

Los niveles de exigencia y las reglas son muy diferentes en cada caso. No todas las intervenciones radiofónicas están sometidas a un control previo, porque en la radio tiene una presencia importante la improvisación, tanto la natural como la preparada. La improvisación elaborada se apoya en un esquema orientativo que sirve de guía o de hilo conductor. En ese caso es fácil establecer unas pautas narrativas concretas que definen las líneas de actuación posteriores y permiten orientar los contenidos. En cambio, en la improvisación natural o espontánea no es posible predeterminar argumentos, ni diseñar la evolución de los personajes con anterioridad. Sólo puede hacerlo en ciertas ocasiones el moderador del espacio de forma simultánea al desarrollo del relato, pero en aspectos muy puntuales.

 Las improvisaciones naturales abundan en la radio y habitualmente corresponden a intervenciones de personas que participan en diferentes programas en calidad de invitados, aportando datos interesantes o contribuyendo a generar momentos entretenidos. Y no se ciñen a ninguna regla narrativa porque los colaboradores esporádicos no conocen el lenguaje radiofónico, ni sus aplicaciones.
Se expresan sin atender a pautas previas, generando un discurso espontáneo, rico en aspectos comunicativos, pero a veces acompañado de momentos confusos o de expresiones innecesarias.

Para hacer posible estas improvisaciones, la emisora se presenta al oyente de manera familiar, brindando confianza y un clima adecuado para el proceso de comunicación; los generos dialógicos que emplea la radio, es decir la palabra convertida en diálogo del informador con otro u otros interlocutores, otorgan dinamismo a la información y un rol mas activo al destinatario.

La radio solo se limita a escuchar la voz del ciudadano, capta su testimonio pero sobre todo su valor expresivo de la voz humana.
El genero tertulia, que es utilizado por la radio se dedica mayormente a hablar mal de las personas famosas y el publico participa ya sea para hablar bien o pésimo de algún artista o personaje.

El genero biográfico se ocupa se escuchar única y exclusivamente testimonios de personas de manera anónima, otorgándoles esa confianza, para que el participante se desenvuelva lo mas natural posible. Muchas veces las personas desahogan sus problemas, contándolos y lo hacen con toda sinceridad porque saben que no van a ser identificados.

Lo importante de este tema es que se toma como principal elemento a la “voz humana”, y toma como único protagonista al radioescucha.


                                    



CONCLUSIÓN:

La palabra radiofónica constituye una realidad acústica-auditiva que recupera las características de la cultura oral, sin sus ingredientes para y co-textuales.
La palabra radiofónica marca una distancia de la palabra conceptual del texto escrito, activa secretos esotéricos e intimistas intimistas reñidos con el intelecto activo y está ligada a la acción con el mundo que a la interpretación del mundo.

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