ESCENA CULTURAL CONTEMPORANEA Y DISCURSO RADIOFÓNICO.
GLOSARIO.
Heteroglosia: este término
describe la coexistencia de distintas variedades dentro de un único código
lingüístico.
Orquestación: Arreglo de una pieza musical
para que pueda ser tocada por varios instrumentos.
Tertulia: son las reuniones informales y periódicas, donde
se congrega gente interesada en un mismo tema para debatir, informarse y
compartir opiniones
INTRODUCCIÓN:
El discurso radiofónico combina la palabra hablada,
que es la base sobre la que se construye el mensaje, con la música y otros
efectos sonoros.
El mensaje oral se construye pensando en una
audiencia definida. Habitualmente se utiliza una sintaxis sencilla, un tono
coloquial y directo, y un ritmo conversacional. Se busca tanto la expresividad
como el calor en el mensaje que se transmite por la voz.
La música cumple diversas funciones: puede
identificar un programa o una emisora (la sintonía), puede servir de
introducción o de cierre de un programa o marcar las transiciones de una parte
a otra, puede remarcar o enfatizar algún comentario…
Los efectos sonoros, entre los que puede incluirse el silencio, contribuyen a estructurar
el mensaje, a crear ambientes, a subrayar estados de ánimo, a dar
verosimilitud…
Las características narrativas del relato
radiofónico están definidas por
la diversidad de los elementos que componen el mensaje. La dimensión sonora de la
radio implica unas peculiaridades que la diferencian de los demás soportes y, al
mismo tiempo, condicionan la construcción del relato. Pero también es importante
analizar por separado las diferentes modalidades discursivas que existen en la
radio, porque cada una tiene unas características propias que afectan al
estilo comunicativo y a las normas de redacción. El discurso informativo, el
dramático, el
preparado y el natural o espontáneo son las principales variantes. Cada género se
corresponde con un esquema y con unos códigos específicos. El relato
radiofónico admite la
narración lineal y la
narración paralela.
Ambas modalidades determinan la construcción del discurso y la
descodificación.
DESARROLLO:
Cada vez surgen más emisoras
de radio, tanto en amplitud modulada como en frecuencia modulada, que no
suponen una diversidad de contenidos en su programación, sino una reiteración
de fórmulas para atrapar mayor número de audiencia y asegurar su rating.
El discurso radiofónico tiene
unas características especiales, fruto de las peculiaridades narrativas que
exige el soporte y de la naturaleza de los elementos con los que se trabaja. En
la radio existen dos estilos que necesariamente obligan a diferenciar entre la narración
improvisada y la narración que corresponde a la lectura o interpretación de un
texto. Cada variante representa una situación comunicativa diferente, se rige
por unas normas específicas, tiene una modalidad expresiva propia y tolera un
margen creativo distinto.
Los niveles de exigencia y las
reglas son muy diferentes en cada caso. No todas las intervenciones
radiofónicas están sometidas a un control previo, porque en la radio tiene una
presencia importante la improvisación, tanto la natural como la preparada. La
improvisación elaborada se apoya en un esquema orientativo que sirve de guía o
de hilo conductor. En ese caso es fácil establecer unas pautas narrativas concretas
que definen las líneas de actuación posteriores y permiten orientar los
contenidos. En cambio, en la improvisación natural o espontánea no es posible
predeterminar argumentos, ni diseñar la evolución de los personajes con
anterioridad. Sólo puede hacerlo en ciertas ocasiones el moderador del espacio
de forma simultánea al desarrollo del relato, pero en aspectos muy puntuales.
Las improvisaciones naturales abundan en la
radio y habitualmente corresponden a intervenciones de personas que participan
en diferentes programas en calidad de invitados, aportando datos interesantes o
contribuyendo a generar momentos entretenidos. Y no se ciñen a ninguna regla
narrativa porque los colaboradores esporádicos no conocen el lenguaje
radiofónico, ni sus aplicaciones.
Se expresan sin atender a
pautas previas, generando un discurso espontáneo, rico en aspectos
comunicativos, pero a veces acompañado de momentos confusos o de expresiones
innecesarias.
Para hacer posible estas
improvisaciones, la emisora se presenta al oyente de manera familiar, brindando
confianza y un clima adecuado para el proceso de comunicación; los generos
dialógicos que emplea la radio, es decir la palabra convertida en diálogo del
informador con otro u otros interlocutores, otorgan dinamismo a la información
y un rol mas activo al destinatario.
La radio solo se limita a
escuchar la voz del ciudadano, capta su testimonio pero sobre todo su valor
expresivo de la voz humana.
El genero tertulia, que es
utilizado por la radio se dedica mayormente a hablar mal de las personas
famosas y el publico participa ya sea para hablar bien o pésimo de algún
artista o personaje.
El genero biográfico se ocupa
se escuchar única y exclusivamente testimonios de personas de manera anónima,
otorgándoles esa confianza, para que el participante se desenvuelva lo mas
natural posible. Muchas veces las personas desahogan sus problemas, contándolos
y lo hacen con toda sinceridad porque saben que no van a ser identificados.
Lo importante de este tema es
que se toma como principal elemento a la “voz humana”, y toma como único
protagonista al radioescucha.
CONCLUSIÓN:
La palabra radiofónica
constituye una realidad acústica-auditiva que recupera las características de
la cultura oral, sin sus ingredientes para y co-textuales.
La palabra radiofónica marca
una distancia de la palabra conceptual del texto escrito, activa secretos
esotéricos e intimistas intimistas reñidos con el intelecto activo y está
ligada a la acción con el mundo que a la interpretación del mundo.